Al Toro
Elegantes y soberbios son tus pasos
Elegantes y soberbios son tus pasos
mas tu mirada irradia inocencia.
Ignorando tu final sales al ruedo
con tus cuernos como única defensa.
Tu asesino, engalanado, viste luces
-pues para algunos tu muerte es una fiesta-
Con pasmosa frialdad pincha tu lomo
y poco a poco te despoja de tu fuerza.
Tu cansancio y tu agonía se acentúan
y en tus ojos se aprecia la tristeza
por el dolor que te causan las heridas
y el aplauso de la gente por tu afrenta.
Jadeante y cabizbajo no te rindes
y embistes el capote con destreza
mientras la vida se te escapa a borbotones
y con ella el honor y la fiereza.
La gente encuentra regocijo en tu dolor
y ovaciona jubilosa “la faena”.
No preguntes por qué, pues no hay razón.
El haber nacido toro es tu condena.
Y hay quien dice que el torero es muy valiente
¡Que le quiten el estoque y las banderas!
Y hay quien piensa que es un arte el torear
Yo en un crimen jamás puedo ver belleza.
5 de Septiembre de 2004 (19 años)
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