Acerca de mi...


Alguien dijo una vez que si te levantas por las mañanas con ganas de escribir; si sueñas con escribir; si necesitas escribir para sentirte realmente realizado y feliz… entonces, muy probablemente, se puede afirmar que eres escritor.

A mí, desde que era una niña, me ocurren todas estas cosas así que al final he acabado pensando que va a ser verdad eso de que tengo algo de “escritora”… al menos, suena genial!

Y como por circunstancias de la vida, he tenido la desgracia (o la suerte, según como se mire) de no dedicarme a esto profesionalmente, he decidido crear este blog como un pequeño almacén y/o escaparate de algunos de mis escritos y de otras creaciones ajenas que creo que merecen la pena.

Espero que os guste y que lo disfrutéis!

viernes, 3 de enero de 2014


10   RAZONES
POR LAS QUE QUIERO PARECERME A MIS GATOS

Con cada estreno de año, me suelo proponer mejorar; hacer balance sobre qué aspectos hay en mí que no terminan de convencerme del todo, para intentar cambiarlos.

Tras muchos años de búsqueda de tipos de personalidades que me sirvieran como modelo a seguir, creo que he dado con la clave:

PARA LLEGAR A SER UNA MEJOR PERSONA, DEBO TENER
MENOS DE HUMANA Y MÁS DE GATA


 Observando las actitudes de estos pequeños peludos, me he dado cuenta de que los gatos representan un gran ejemplo de vida a seguir:
1.      Son sencillos, tranquilos y pacíficos
Lo que necesitan para vivir es muy poco y su calidad de vida es enorme. Se conforman con un lugar mullido y caliente donde echarse sus buenas siestas y con tener comida y agua, sin ser nada delicados, ya que a pesar de que casi todos los días se alimentan de lo mismo, siempre comen con gran apetito y nunca les he visto quejarse o hacerle ascos a sus galletas.

No necesitan ropa cara con la que cubrir su desnudo, ni sofisticados avances ni aparatos tecnológicos con los que entretenerse o divertirse, ni ningún tipo de lujo o capricho para ser felices. Es asombrosamente poco lo que les proporciona la serenidad, el bienestar y la paz que poseen y transmiten.
2.      Tienen carácter, inteligencia y rebeldía
Los gatos son muy listos y cada uno tiene su personalidad, sus preferencias y sus manías. Todos son muy intuitivos y sensibles pero, a la vez, todos son diferentes, originales y únicos.

Piensan mucho, entienden todo y siempre hacen lo que quieren. No les gusta el abuso de poder y se rebelan ante prohibiciones, órdenes e intentos de disciplina o sumisión.  
3.      Son luchadores, constantes y pacientes
No han hecho ningún cursillo sobre cómo lograr el éxito, pero saben perfectamente la importancia de la paciencia y de la constancia para conseguir lo que pretenden: cuando quieren salir o entrar, esperan junto a la entrada o la salida el tiempo que haga falta, porque de sobra saben que, tarde o temprano, todas las puertas se acaban abriendo.
4.     Son amantes de la independencia y la libertad
Son criaturas independientes y por eso no admiten dueños que les obliguen a hacer las cosas, si éstas van en contra de su voluntad. Los gatos son animales domésticos, pero no se dejan domesticar. Convives con ellos, pero ellos viven solos y no lo hacen por y para nadie.

Tienen un carácter libre que les impide el sentimentalismo y atarse de forma peligrosa a otros seres. Algunos lo consideran egoísmo pero yo creo que es un signo de una inteligencia superior; un buen escudo que les evita desengaños, frustraciones y dolor.
5.      Son espontáneos, francos y transparentes
Cuando un gato quiere algo, te lo hace saber. Son claros y directos.

Cuando a un gato le gusta algo, lo notarás por su cara de satisfacción y por su ronroneo y cuando le disgusta algo, también serás consciente de ello, porque huirá o pondrá sus orejas hacia atrás, dejando patente su desagrado.

Son coherentes, naturales y sinceros. No conocen la adulación, la hipocresía ni el disimulo.




    6.     Son elegantes, de modales delicados y limpios

Los gatos poseen una belleza y perfección innatas y son criaturas exquisitas en sus modales y en su naturaleza. Son refinados en sus rasgos, elegantes en su porte y cuidadosos en sus maneras.

Se encargan de asearse a diario ellos mismos, a lametones, sin necesidad de agua, y no hay ni un solo día en que mis sentidos hayan percibido que a mis gatos les hacía falta un baño.
7.     Son muy observadores y el silencio es su mayor medio de comunicación
Los gatos son tremendamente observadores y siempre están muy atentos y alerta a todo lo que ocurre a su alrededor. Nos dicen muchas cosas sin necesidad de abrir la boca, en silencio, pero con sus grandes ojos gritándonos lo que quieren.

Sólo pueden decir “miau”, pero han aprendido que la forma de decir las cosas, a veces es más importante que lo que se dice en sí. Por eso, les basta una sola palabra para expresar todo lo que necesitan, únicamente variando el tono. De esta forma, el miau de “saludo”, es diferente al miau de “no me encuentro bien” y éste, a su vez, es completamente distinto al miau de “quiero algo”.
8.     Son muy curiosos, enigmáticos y adoran jugar
Como los niños, los gatos mantienen durante toda su vida un espíritu curioso y juguetón. Muestran interés por todo lo nuevo y tienen la necesidad de inspeccionar cada rincón novedoso, de olisquear cada cosa ajena que aparece en su camino. 

Siempre están dispuestos para el juego y son totalmente impredecibles. El simple hecho de observarlos es un placer, ya que tanto sus poses, como sus movimientos, como sus actitudes resultan siempre tan interesantes como sorprendentes.

Y respecto a lo de "la curiosidad mató al gato", es cierto que ser curiosos a veces puede conllevar algún tipo de riesgo, pero ¿acaso no son un peligro mucho mayor la apatía o la pereza?
9.     Son buenos
Como todos los animales, los gatos son buenos por instinto, sin proponérselo, sin que les suponga ningún esfuerzo. Lo son sin más y nunca le harán daño de forma consciente a alguien que quieren.

La naturaleza les ha dotado de dientes y uñas afilados, que solo usan para defenderse en casos de máxima necesidad. Si pueden utilizar un bufido o una mirada amenazante, morder y arañar serán siempre un recurso a evitar.

No saben lo que es el odio, ni la mentira, ni la perversidad y a través de sus ojos solo podrás ver inocencia, pureza y bondad.
10.    Son mimosos, se dejan querer y son muy queridos
Los gatos son cariñosos y es cierto que no demuestran su afecto de forma tan efusiva como los perros, pero te hacen saber que te aprecian y te prefieren a otros, escogiendo tu regazo para acurrucarse, buscando tu mano para exigir que les acaricies y eligiendo tu cama para ofrecerte una exquisita compañía nocturna: suave, silenciosa y cálida.

Reclaman sin vergüenza mimos y con su ronroneo te hacen saber que agradecen las caricias, el calor y el sentirse queridos. Guardan lo mejor de sí para aquellos que les cuidan y que se han ganado su confianza a base de cariño. Del resto desconfían y hacen muy bien.

Los gatos sienten y te demuestran el cariño a su manera; se dejan mimar y les encanta que se les quiera ..… ¡y vaya si se les quiere!


2 comentarios:

  1. ¡Hola, MPY!

    Felicitaciones por tu blog. Tu última entrada me ha encantado, muchas gracias por publicarla. 100% de acuerdo con tu oda al espíritu felino. Tenemos mucho que aprender de nuestros amigos peluditos.
    Destacaría de los puntos que has expuesto el espíritu independiente y perseverante de los gatos. Y su elegancia natural.
    ¡Saludos y abrazos desde los Países Bajos!
    GAA

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  2. Muchas gracias, GAA!!! Me alegra mucho que te haya gustado mi reflexión y que compartas y entiendas tan bien este pequeño homenaje a estos seres tan pequeños, pero a la vez tan enormes. Un abrazo muy fuerte!!

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